Antecedentes

Antecedentes

En Folgran se condensa la experiencia acumulada desde el Servicio Agronómico de la Estación Experimental del Zaidín del C.S.I.C. entre los años 1.950 y 1.990 a través de la Compañía de Asistencia Técnico Agrícola (CATASA) de la que es continuadora. La citada Compañía fue fundada por todos los Jefes de Servicio de la Estación Experimental del Zaidín en aquellos momentos con el fin de poder aplicar en campo toda la investigación básica que se desarrolló en el centro en todos los aspectos relacionados con el cultivo del olivo, desde química analítica, análisis foliar, fisiología vegetal, química de suelos, microbiología, nutrición, plagas, requerimientos hídricos, etc...

Allí y durante aquel periodo de tiempo, entre otras cosas, se determinaron los niveles óptimos de cada uno de los nutrientes en hoja y en los periodos vegetativos de invierno (de cara a los abonados de primavera) y verano (de cara a los abonados de otoño). Así mismo se instrumentalizaron las técnicas oportunas para conseguir alcanzar en cada periodo los niveles nutritivos previamente determinados como óptimos.

Simultáneamente se estudiaron los ciclos vitales y forma y etapas para combatir las plagas y enfermedades más comunes en el olivar (repilo y otras enfermedades criptogámicas, prays, mosca, euzophera, barrenillo, etc...) con el fin de mantener protegido el cultivo durante todo el ciclo con el menor número de aplicaciones fitosanitarias y desde luego con el menor coste posible.

Fruto de todas aquellas investigaciones tan sucintamente descritas, se pasó al desarrollo pleno de las mismas desde dos vertientes:

1.) NUTRICIONALES.- Determinación, tanto en pleno invierno como en pleno verano (ambas etapas de parón vegetativo en planta) de la situación nutritiva en tiempo real con el fin de conocer las necesidades de la plantación y establecer las pautas para equilibrar sus contenidos nutricionales y suplir los consumos de la siguiente etapa vegetativa (floración-cuaje en primavera, maduración en otoño), siempre procurando dejar reservas imprescindibles para garantizar las necesidades derivadas de las distintas etapas de crecimientos y brotaciones subsiguientes.

Con esto conseguimos mantener el cultivo permanentemente en condiciones de equilibrio nutritivo durante todo el ciclo vegetativo, intentando que sus condiciones de productividad no estén limitadas por otros factores que no sean los imponderables meteorológicos.

2.) FITOPATOLOGICAS.- De forma paralela y complementaria y siguiendo los ciclos vitales de cada una de las plagas y enfermedades que pueden limitar (y de hecho limitan) la cosecha, se controlan todas y cada una de ellas, indicando en cada momento la situación de la plaga, su fase de desarrollo, su incidencia sobre la hoja, la flor o el fruto, la conveniencia o no de intervenir y en su caso, los productos fitosanitarios a utilizar y su correspondiente dosificación.


El resto de abonos foliares simples, abonos de suelo y material fitosanitario (herbicidas, fungicidas, insecticidas...) que puedan ser necesarios, a pesar de que son recomendados por nosotros, lo son en forma de materia activa y su porcentaje de riqueza, nunca marcas comerciales, de forma que es el agricultor el que se encarga de adquirirlos en los distintos distribuidores.

Como última consideración, advertirles de que en la fabricación de nuestros formulados nunca empleamos cloruros, biuret o cualquier otro derivado que pudiera resultar no recomendable para el cultivo y que sin duda podría abaratarlos, a costa de provocar toxicidades en la planta.